Según explicó el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de hoy, en total serán unos 700 ejemplares, la mayoría de ellos patos, además de 80 pavos reales, 40 ocas y 50 cisnes. Entre ellos se incluyen todas las aves que están en el Parque del Retiro, así como las de los demás parques madrileños.

Gallardón dijo que esta medida preventiva contra la gripe aviar se iniciará en 15 días y que se ha decidido recluir a estas aves para "proteger a los propios animales de la infección de la gripe aviar y para evitar que se conviertan en vectores de la misma".

El alcalde explicó que aunque el peligro de contagio mayor es durante el periodo migratorio (de marzo a mayo), podrían estar más tiempo recluidas si las condiciones varían.

Detalló que las aves serán confinadas en una nave habilitada para su estancia y aseguró que todo se hará respetando la legalidad en esta materia y manteniendo separadas las distintas especies. La gestión de esta medida será llevada a cabo por la entidad Trasega, un organismo auxiliar de la Administración, por lo que su contratación no ha requiere concurso público.

Según el alcalde, Trasega será la encargada del acondicionamiento de la nave y de la recogida de las aves, traslado, manutención y limpieza de las instalaciones, labores por las que percibirá del ayuntamiento entre 9.000 y 10.000 euros al mes.

En relación con las palomas y tórtolas, el concejal de Seguridad del ayuntamiento, que también intervino en la rueda de prensa, explicó que no es posible confinarlas, pero se ha aumentado la vigilancia para detectar posibles infecciones con la toma de muestras de ejemplares vivos y activando la alerta para detectar rápidamente ejemplares muertos.