El Ayuntamiento implanta un sistema para reducir su impacto -----------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

El 72 por ciento de las obras que se realizan en las calles de Madrid tienen su origen en averías producidas en las mayoría de las ocasiones por fugas o roturas en las redes del anal de Isabel II y de Gas Natural.

Del total de 38.000 averías registradas el año pasado en la vía pública, el 85 por ciento de ellas correspondieron a ambas empresas, suministradoras de agua y gas, respectivamente. Las 14.000 actuaciones restantes consistieron en la extensión de las redes de servicio.

La mayoría de las deficiencias se producen por la antigüedad de las canalizaciones (algunas alcanzan los 75 años). De hecho, los cinco distritos de la almendra central de Madrid (Centro, Salamanca Chamartín, Tetuán y Chamberí), junto con Carabanchel y Latina, que tienen casco antiguo, acaparan los dos tercios del total de averías.

La longitud total de las canalizaciones que recorren el subsuelo de Madrid (30.125 kilómetros) casi podría dar la vuelta a la tierra, es decir, las tres cuartas partes del perímetro del globo.

Estos datos justifican en parte las numerosas calas y zanjas que afloran en la vía pública y que dan a Madrid, sobre todo en el verano, el aspecto de una ciudad cuyo subsulo se asemeja a un queso gruyere.

El alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, y el concejal de Obras, Enrique Villoria, presentaron hoy el Sistema de Optimización de la Gestión de Obras y Servicios (OGOS), cuyo objetivo es, precisamente, evitar el impacto de las obras en la vía pública.

SISTEMA INFORMATICO

Se trata de un sistema que incluye un complejo sistema informático para reducir los efectos que producen las obras de las calas y canalizaciones que las compañías de servicios realian en las calles de la ciudad.

Otra de sus ventajas, según explicaron los responsables municipales, es normalizar y disminuir el procedimiento de tramitación control de las obras, para evitar la duplicidad de actuaciones en la misma zona o la repetición de aperturas de las calles por parte de distintas compañías en un corto periodo de tiempo.

El cáculo del impacto se hará mediante una fórmula matemática que tiene en cuenta aspectos como la duración de las obras, longitud de la zanja o categoría d la calle.

Con los valores obtenidos, los técnicos decidirán el periodo óptimo de duración de las obras, así como la actuación simultánea de todas las que coincidadn en su trazado total o parcial, lo que reducirá el número de actuaciones.

El alcalde dijo a los periodistas que, con la puesta en marcha de este sistema, el próximo verano los madrileños notarán que hay menos zanjas en las calles y que el aspecto urbano ha mejorado.

(SERVIMEDIA)
15 Ene 1993
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