Según explicó en rueda de prensa el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, el objetivo de de esta medida es "conseguir una mayor eficacia y una mejora en la calidad de los servicios prestados a la ciudad".

Para ello, se servirán de la obtención de datos de campo y la realización de estudios e informes, para el posterior análisis del servicio y la introducción de los ajustes necesarios por parte del Departamento de Control de Calidad.

Según Gallardón, al año se tomarán a pie de calle un total de 53.280 datos relacionados con los factores determinantes de la calidad de los servicios de limpieza urbana, como son la eficiencia, operatividad, estado de conservación y metodología de trabajo de los equipos en la calle; cuantificación y evolución de incidencias de limpieza en la ciudad, y estado global de la limpieza de las vías públicas a cualquier hora del día.

Los servicios de recogida y transporte de residuos también serán valorados en función de varios estándares de calidad: la eficiencia de los equipos de trabajo en la calle o índice de prestación del servicio, cuantificación y evolución de incidencias de los contenedores y la buena conservación de la maquinaria. Se realizarán en un año 20.100 seguimientos de equipos y se inspeccionarán 140.000 contenedores.