El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, explicó que el tramo de la A-5 que se va a pavimentar, que va desde el punto kilométrico 3,6 hasta el 7, en ambos sentidos, tiene una intensidad media diaria circulatoria de más de 150.000 vehículos, por lo que durante los dos meses que duren las obras no se cortará la vía en su totalidad en ningún momento.

Según Gallardón, los trabajos comenzarán a finales de agosto o principios de septiembre y se realizarán durante las horas de menor intensidad circulatoria (en horario nocturno). Además, el tráfico se reestablecerá en todos los carriles a medida que se interrumpan los trabajos.

Gallardón insistió en que el objetivo de estas obras de pavimentación no es tanto mejorar la calidad del firme, sino reducir el ruido. Para ello, se empleará una mezcla bituminosa caliente y fabricada con betún modificado de alta viscosidad, al que se le añade caucho procedente de neumáticos en desuso.

En total, según el alcalde, se emplearán 41.000 neumáticos para pavimentar una superficie de 90.925 metros cuadrados. Explicó que este tipo de betún modificado con polvo de neumático proporciona excelentes cualidades técnicas para los firmes de las calles e importantes ventajas medioambientales, ya que soluciona el problema de la acumulación de neumáticos.