Según explicó en rueda de prensa el vicealcalde, Manuel Cobo, el presupuesto estimado para la puesta en marcha de este paquete de medidas es de más de 101 millones de euros. Destacó que una de las medidas más importantes será la creación de la Agencia Local de la Energía, a la que se le encomendará la gestión del plan y el desarrollo de la innovadora Ordenanza para el Uso Eficiente de la Energía.

Además, se pondrá en marcha una red de suministro de combustibles alternativos, se ampliará la masa forestal en 1,5 millones de árboles, se creará la certificación energética de edificios y empresas, y se impulsarán programas para la conservación y fomento de la diversidad.

Todo ello, aseguró Cobo, hará de Madrid una ciudad menos dependiente energéticamente y dotada con una red de suministro más eficiente, que aumentará su capacidad para absorber dióxido de carbono y mejorará su potencial para gestionar y obtener recursos de los residuos urbanos.

El plan impulsa un nuevo modelo energético, promoviendo el uso racional y eficiente de la energía y la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), en coordinación con otras políticas municipales que se están desarrollando en pro de la sostenibilidad urbana y que permitirán contribuir al objetivo nacional de cumplimiento del Protocolo de Kioto.

Cobo resaltó que el Ayuntamiento no parte de cero en la implantación de criterios para lograr el desarrollo sostenible, ya que su preocupación por reducir el impacto de la intensa actividad de Madrid ya se traduce en una eficiencia muy superior a la media de España.

Según los datos del Consistorio, entre 1990 y 2007 el PIB de la ciudad creció un 83,2%, mientras que en el conjunto del país lo hizo un 71,5%. Explicó que este dato tiene más valor si se relaciona con el incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero en el periodo 1990-2004, que en el caso de Madrid no ha superado el 15%, tres veces por debajo de la media del país (un aumento del 47%).

Explicó que las emisiones de dióxido de carbono de la ciudad son de cinco toneladas anuales por habitante, menos de la mitad de las 10,8 toneladas por habitante en el caso de España y de las 11,1 de la Unión Europea. Agregó que la aportación de Madrid al total de emisiones que genera España ha pasado del 4,5% en 1990 al 3,6% en 2004.

MEJOR DISPOSICIÓN

Para Cobo, estos datos constatan que Madrid "está en mejor disposición que la mayoría de las ciudades españolas de cumplir el objetivo de Kioto, que limita el aumento de los gases efecto invernadero entre 1990 y 2012 a un 15%". Destacó que Madrid irá más allá y asume el compromiso para 2012 de disminuir un 1% las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en 1990, lo que significa que durante los próximos cinco años se reducirán los valores registrados en 2004 en un 14%.

Según el vicealcalde, las políticas medioambientales del ayuntamiento de los últimos años han logrado que dejen de emitirse 2,6 millones de toneladas de gases contaminantes al año. Además, dijo que la completa ejecución del plan permitirá ahorrar cerca de otras 700.000 toneladas, hasta rebajar en 3,3 millones las toneladas que emitiría Madrid en caso de no haber hecho de la lucha contra el cambio climático uno de sus compromisos más firmes.

Las estimaciones del Ayuntamiento para los próximos años son muy positivas y en 2012 Madrid emitirá poco más de 13 millones de toneladas, 2,1 millones por debajo del tope establecido por Kioto. Cobo destacó que el plan permitirá que la ciudad cumpla los objetivos fijados por la UE más allá de 2012, como la reducción de los gases de efecto invernadero que se generaban en 2004 en un 20% antes de 2020, y hasta en un 50% antes de 2050.