Según un comunicado emitido hoy por el Gobierno central, se trata de un encuentro considerado de "alto riesgo" por la Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos deportivos.

El dispositivo de seguridad estará formado por agentes de la Policía Nacional y Municipal, que vigilarán el estadio con "unidades de intervención policial, caballerías, motos guías de camino y radio patrulla", según informó la delegación.

La Policía prestará especial atención a los lugares donde suelen concentrarse los "seguidores más radicales de ambos clubes", que serán custodiados permanentemente por los agentes de seguridad, que los acomodarán en compartimentos separados y alejados, para evitar enfrentamientos directos entre las dos aficiones rivales.

Así como también "controlarán con esmero todas las puertas de acceso al estadio, para evitar la introducción de objetos" prohibidos por la Ley del Deporte en todos los recintos deportivos, explica la nota.

Además, los servicios sanitarios y asistenciales de la Cruz Roja, Samur y Protección Civil colaborarán en este dispositivo de seguridad.