Ferrero salió al paso de las acusaciones vertidas en ese sentido y aseguró que "yo no sería capaz de hacer eso". Explicó que lo único que hizo la corporación municipal fue "habilitar una 'gatera' para acoger el exceso de felinos que merodean por las calles".

Añadió que "cualquiera que lo desee puede acudir all a darles alimentos o llevarse el gato a casa" y apuntó que "muchos gatos ya han sido acogidos en fincas familiares".

La figura del 'gato encerrado' entró en vigor después de aplicarse una ordenanza municipal que prohibía "dar de comer en exceso" a los mininos que merodeban por las proximidades del Paseo Marítimo de La Coruña.

Los servicios de limpieza decidieron esta prohibición ante la "gran cantidad de macarrones y restos de sardinas" que, según la concejala, aparecían cada mañana esparcidos pr las calles, como sobras de lo que los gatos habían comido el día anterior.

El Ayuntamiento acordó entonces habilitar una gatera en las dependencias de la perrera municipal, "donde se les da de comer y se les cuida perfectamente", dando además respuesta a las denuncias recibidas en el municipio porque los gatos atacaban a los niños y a los empleados de un conocido hotel situado en las inmediaciones del castillo de San Antón.

Ferrero recordó también que ninguna asociación de defensa de animales pesentó alegaciones durante el período de exposición al público de la controvertida ordenanza, que, según afirmó, obedece "a la defensa de intereses generales".