La consecuencia más directa de esta medida es que todos los recibos que paguen los vecinos de Colmenar por este impuesto (antigua contribución urbana), que sean inferiores a 10.000 pesetas, también serán tramitados por la administración local, anque haya pasado el plazo del 15 de noviembre establecido por Hacienda para hacerse cargo de su recaudación.

Según el equipo de gobierno unicipal, esta nueva competencia permitirá ciertas ventajas financiaras al Ayuntamiento, cuya situación económica ronda el déficit.

"Tarde o temprano, todos los vecinos tienen que pasar por el Ayuntamiento para pedir una licencia y éste será el momento de exigirles el pago de este impuesto obligatorio", aseguró un portavoz de la corporación.

Por el contrario, los vecinos tendrán la ventaja de evitar desplazamientos a Madrid para hacer efectivo el pago del IBI, al tiempo que se mejorará la eficaci de la recaudación, ya que anteriormente Hacienda no revertía directamente al Ayuntamiento ese dinero, sino que lo hacía en plazos estimativos a cuenta, o bien a través de otras fórmulas de pago.