El decreto del ayuntamiento salía al paso de unas recientes manioras de la Brigada Paracaidista (Bripac) que no fueron comunicadas a la corporación y que se extendieron por algunas calles del núcleo urbano, lo que provocó la alarma de los vecinos, que no daban crédito a lo que veían: soldados armados con 'cetmes', con la cara pintada y apostados en portales y esquinas, según el testimonio de un concejal.

El portavoz del ayuntamiento guipuzcoano manifestó su sorpresa por la repercusión informativa de la decisión municipal, por entender que fue malinterpretada, ya qu se informó que prohibía el acceso de militares al pueblo con carácter general.

La iniciativa del consistorio guipuzcoano podría ser seguida por otros municipios de la comarca del Goierri, una docena de los cuales se han reunido para analizar la situación, aunque de momento sólo han expresado su protesta por la actuación de la Bripac en el pueblo vecino de Aretxabaleta.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Defensa señalaron a Servimedia que aún no han recibido la notificación oficial del decreo municipal, por lo que este departamento aún no ha tomado ninguna decisión al respecto.