El Gobierno municipal se ha puesto en contacto con la Agencia de la ONU para los refugiados (UNHCR-ACNUR) para que sea ésta la que canalice la ayuda destinada a las más de 200.000 personas que se encuentran exiliadas en los campamentos de refugiados de El Chad.

Según la alcaldesa en funciones, Natalia de Andrés, la ayuda se destinará "a cubrir las necesidades más urgentes de los refugiados, sobre todo en el ámbito doméstico cotidiano". En concreto, se dedicará a la provisión de mantas, kit de cocina, esteras de plástico para dormir y bidones de agua semiplegables, así como a tiendas de campaña y rollos de lámina de plástico.

El conflicto bélico en Sudán, un país fundamentalmente agrícola, ha provocado una situación de hambruna y precariedad que afecta principalmente a mujeres y niños.