Con estas manifestaciones,el Ayuntamiento sale al paso de la denuncia que contra él ha interpuesto el sindicato CCOO ante la Inspección de Trabajo, por "presuntas irregularidades en el servicio de ayuda domiciliaria a los ancianos".

Según la denuncia del sindicato, los asistentes sociales encargados de cubrir el servicio no habían sido dados de alta en la Seguridad Social y ni siquiera habían firmado un contrato laboral con el Ayuntamiento.

María José Hueso señaló que entre las mujeres que realizan esta tarea de apoyo y e Ayuntamiento no existe ninguna vinculación laboral, porque son los propios ancianos los que pagan a las asistentes a través de las subvenciones que les conceden la CAM y el Inserso.

La representante municipal subrayó que no son las asistentes sociales del Ayuntamiento las que ejercen este servicio, sino personas sin cualificación laboral que "de ningún modo pueden acceder a un puesto de trabajo en la plantilla municipal".

Esta situación de las personas que ayudan a los ancianos es la que ha llevdo a los responsables municipales a convocar un concurso público para adjudicar la gestión del servicio a una empresa privada.

Ahora, según María José Hueso, se están cumpliendo los últimos trámites burocráticos para que una de las cinco empresas que se han presentado al concurso acceda a la gestión del servicio de ayuda a domicilio.