Gallardón se rodeó hoy, ante una nutrida presencia de medios de comunicación, de varios concejales y responsables de su equipo de Gobierno y de siete miembros del equipo que ha elaborado el plan, encabezados por el arquitecto portugués Alvaro Siza, para defender el proyecto, del que dijo estar "enamorado" y que permitirá crear "el espacio más bello y ordenado de cualquier ciudad europea".

El alcalde explicó que, pese a no estar obligados a hacerlo y a que el plan fue apoyado por todos los grupos políticos municipales, se abrirá un nuevo plazo de diálogo para que "aquellos que no alegaron nada, presenten sus propuestas y nadie nunca más pueda decir que se va a cortar un árbol en el Paseo del Prado".

Gallardón quiere crear una especie de exposición permanente sobre el proyecto durante esos seis meses en una zona próxima al Paseo del Prado, que, según dijo, podría ser el Palacio de Comunicaciones, con una maqueta y toda la información sobre el proyecto y con personas que expliquen las dudas que puedan tener cualquiera que se acerque.

Sobre si esta decisión podría interpretarse como un paso atrás del ayuntamiento o como que el alcalde ha sido vencido por la baronesa Thyssen, Gallardón dijo que "el paso dado hoy es el paso adelante más fuerte dado para que este proyecto salga adelante. Cuando se está enamorado, y yo estoy enamorado de este proyecto para Madrid, lo que uno pretende es que lo conozca el mayor número de madrileños, lo compartan y lo apoyen".

Por ello, insistió en que estos seis meses de información pública, que se abrirán unas semanas después de tener el proyecto definitivo, que estará terminado en un mes, según Siza, fortalecerán más el proyecto. A juicio de Gallardón, a los que ahora se les abre este período para presentar sus propuestas, "serán los que tengan que explicar qué coherencia hay entre los titulares y sus argumentos".

COMPARACIÓN CON LA M-30

A la pregunta de por qué no se ha hecho lo mismo con las obras de la M-30, que no han contado con la protesta de una baronesa, pero sí con un gran rechazo vecinal, Gallardón respondió que en el proyecto de reforma del río, la más transformadora de todas las obras, hubo tres períodos de información pública, y que, además, en estas obras no ha habido el desconocimiento que han percibido en las previstas en el eje Recoletos-Prado.

Gallardón, que dijo que el próximo miércoles está prevista una reunión entre el ayuntamiento y la Fundación Thyssen, calificó de "sorprendente" y de "contradicción severa" que esta fundación y la baronesa Thyssen no presentaran ninguna alegación en el plazo de información pública del proyecto y ahora lideren la oposición al plan, pero reconoció que se ha abierto un debate "ante el que no podemos ser indiferentes ni queremos tener una actitud soberbia".

El alcalde no quiso opinar sobre las declaraciones delportavoz adjunto del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Juan Soler, sobre lo inapropiadas que fueron las manifestaciones de la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, que calificó de "caprichosa e intolerante" la actitud de la baronesa. También eludió hablar sobre las medidas legales anunciadas por Carmen Thyssen contra esas declaraciones si no se produce una rectificación.

Gallardón explicó que el nuevo período de información pública que se abrirá a la vuelta del verano no retrasará las obras en el eje Recoletos-Prado, ya que el proyecto se llevará adelante en la próximo legislatura; y dejó claro que no habrá un túnel en el Salón del Prado, como al parecer propuso la baronesa, porque ese proyecto sí que hubiera supuesto la muerte de toda la arboleda del paseo.

Para el alcalde, que cree que toda esta polémica sobre el proyecto de reforma del Paseo del Prado se ha creado porque "yo creo que se han dado por buenas afirmaciones que no responden a la realidad sobre los árboles a talar", se mostró seguro de que "cuando la verdad se imponga y se vea que no se va a cortar ni un sólo árbol en el paseo, los madrileños querrán realizar ese maravilloso proyecto".

QUE LO HAGA OTRO EQUIPO

Por su parte, Siza recordó que el proyecto de su equipo ganó el concurso y dijo que es para él "un misterio" la polémica que se ha creado en torno a este tema. Siza fue muy claro y dijo en varias ocasiones que si lo que se pretende es abandonar el concepto y la idea del proyecto, "que lo haga otro equipo".

El arquitecto portugués y otro de los miembros de su equipo, Juan Miguel Hernández de León, explicaron que el argumento o idea fundamental de su proyecto es recuperar el Paseo del Prado como una zona estancial, un lugar de paseo y encuentro histórico como lo fue hasta el siglo XX, reduciendo un 60% el tráfico en la zona, por la que pasan diariamente unos 130.000 automóviles.

Insistieron en que "no se va a talar ningún árbol" y que sólo se trasplantarán once o doce ejemplares, ninguno de ellos protegido. Hernández de León insistió en que "no podemos estar polemizando sobre fantasmas. Me siento bastante agotado de combatir molinos que la gente se cree que son gigantes", afirmó.

Hernández de León, al igual que dijera el alcalde, destacó el intenso debate que se ha mantenido con la Fundación Thyssen, que, recalcaron, no presentó ninguna alegación en el periodo de información pública. Explicó que de las 600 alegaciones presentadas al proyecto, una minoría hacían referencia al arbolado.