"Se trata de la mayor tragedia del siglo, nunca hemos estado enfrentados a un problema de semejante magnitud", afirmó el británico John Batten, director de esa organización en Kenia.

La gran sequía afecta incluso a zonas exportadoras de cereales, como Sudáfrica y Zimbabwe, y las Naciones Unidas estiman que esos países necesitan para este año 6,5 millones de toneladas de alimentos, el triple de los envíos anuales habituales.

Sin embargo, la ausencia de lluvia no es el único poblema que padecen esos países: las guerras que asolan amplias zonas de Africa las convierten en sumamente inseguros, con las dificultades para hacer llegar los abastecimientos que ello supone.

Los conflictos bélicos son la causa también de masivos desplazamientos humanos de unas regiones a otras, a veces a países castigados por la sequía que difícilmente pueden hacer frente a sus propias necesidades.

Según un informe realizado el pasado mes de abril en el Africa austral por una misión de la Orgaización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), además de la ayuda alimenticia, es urgente incrementar el equipamiento técnico, la maquinaria, el esfuerzo en la coordinación de las acciones y de la infraestructura existente, así como el personal cualificado.

El pasado 4 de mayo, la Comunidad Europea aprobó el envío de 680.000 toneladas de ayuda, estimadas en 27.720 millones de pesetas. Por otro lado, la ONU ya ha hecho efectivos 526 de los 856 millones de dólares requeridosel pasado mes de enero, unos fondos procedentes de Estados Unidos, la CE, Japón y los países nórdicos.

Sin embargo, esta ayuda no es suficiente, según los expertos de la FAO, ya que esos países africanos necesitarán asistencia durante todo este año y gran parte del 93.

PROYECTOS DE DESARROLLO

En el caso de Ayuda en Acción, aunque su labor principal son proyectos de desarrollo a largo plazo, en los cuatro países africanos donde trabaja y que están padeciendo la sequía "no podemos permanecer impaibles" cuando acucia el hambre y la sed, señaló Jim Hemry, experto en Situaciones de Emergencia de la organización.

El papel de las ONG "es asegurarnos de que la ayuda que va a llegar es la apropiada, a los lugares apropiados y en la cantidad apropiada", afirmó Hemry.

Ayuda en Acción ha puesto en marcha el programa "Fondo de Emergencia para Africa", destinado a recaudar fondos para contribuir a la ayuda internacional. Aquellos ciudadanos que deseen colaborar económicamente pueden ingresar su aporación en la cuenta corriente número 11231669 (oficina principal) del Banco Central Hispano.

Jim Hemry señaló que son necesarios 4 meses como mínimo desde que comienza a prepararse la ayuda hasta que es colocada en las zonas necesitadas. Por ello, es preciso actuar ahora para que en octubre y noviembre, cuando los expertos prevén que el hambre se puede agudizar al acabarse las reservas, los alimentos y medicinas lleguen a tiempo.

A propósito de la "cumbre" de la Tierra que se está celebrando en Brsil, Hemry subrayó que "es fundamental" no olvidar la relación entre el medio ambiente y el comercio. "O se arregla el comercio internacional, las relaciones entre el Norte y el Sur, o no se arregla el medio ambiente", aseguró.

Los representantes de Ayuda en Acción señalaron que el pago de la deuda externa -adquirida en muchos casos por gobiernos autoritarios para costear proyectos no productivos, cuando no directamente apropiada por las élites de esos estados en su personal beneficio-, es una de las rincipales causas de la destrucción de las economías del Sur.

Pero, mientras llegan las grandes soluciones, "hay que invertir en la gente del Sur", como hace Ayuda en Acción en Mozambique, por ejemplo, uno de los estados afectados por la sequía, donde desde 1987 ha prestado asistencia a más de 200.000 personas para tener agua, cultivar tierras, recibir educación y unos mínimos servicios sanitarios.