El fuego se originó en el sotano de un almacén textil y obligó al desalojo de 47 personas, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, ya anunció que va a reforzar la inspección en los locales textiles para evitar sucesos similares.

En caso de materializarse la personación del Ayuntamiento como acusación, sería la primera vez que una corporación local lleva a los tribunales un posible caso de arsonismo, práctica delictiva que cosiste en provocar incendios para cobrar la póliza de seguros.

El Ayuntamiento de Barcelona se ha planteado la posibilidad de emprender acciones judiciales después de que la Policía Nacional denunciara esta mañana en el juzgado de guardia la posible intencionalidad del incendio y el riesgo para los vecinos del inmueble y los efectivos de bomberos que participaron en la extinción del fuego.