Con el comunicado, Siemens sale al paso de las informaciones publicadas esta semana, según las cuales la fiscal María Teresa Gálvez afirma en un escrto remitido a la juez María Teresa Chacón que Siemens obtuvo información privilegiada de dicho contrato, por lo que podría haberse producido un falseamiento de la competencia.

En su nota, la multinacional alemana señala que "es incierto que fuese sólo Siemens la conocedora del proyecto" dos años antes de su adjudicación ya que, según precisa, el 11 de octubre de 1986, el entonces vicepresidente del Gobierno anunció la decisión de construir el Nuevo Acceso Ferroviario Andalucía (NAFA).

Agrega que,además, el 24 de febrero de 1987, el director de Ingeniería e Infraestructura de RENFE reunió a todos los contratistas del sector de electrificación ferroviaria para anunciarles las condiciones de la construcción de la línea de alta velocidad entre Madrid y Sevilla.

"Es a partir de ese momento cuando empiezan a conformarse las primeras alianzas consorciales para estar en condiciones de presentar las oportunas propuestas", precisa la compañía, que añade que "el primer contrato preconsorcial por parte d Siemens es de 1987 y no de 1986 como se recoge en algunos medios. Ninguno de estos contratos preconsorciales afectan a Renfe".

Siemens también rebate el dato recogido en el informe de los peritos de Hacienda publicado por los medios de comunicación, según el cual existen casi 3.000 millones de pesetas no justificados.

En este sentido, precisa que el proyecto inicial presupuestado sin IVA se adjudica definitivamente en dos partidas a través del Ministerio de Obras Públicas y de Renfe y que el imprte de la adjudicación por parte del ministerio contiene el IVA vigente en aquel momento.

Así, continúa la nota, "los 2.918 millones de pesetas corresponden a parte de ese IVA, que fue rigurosamente pagado y depositado en el Ministerio de Hacienda. Esta parte del IVA es el supuesto incremente injustificado publicado en los medios de comunicación".

Según el comunicado, por razones presupuestarias el Gobierno asignó a través del Ministerio de Obras Públicas una determinada cantidad al proyecto, no ujeta a ningún tipo de revisiones al alza, mientras que el resto del coste tuvo que ser asumido por Renfe.

Indica que durante la realización del proyecto se produjeron retrasos de otros contratistas, que originaron modificaciones en el programa de trabajo del consorcio, requiriendo la aportación de mayores medios para realizar el trabajo en menos tiempo, lo que originó costes de reprogramación.

Sin embargo, concluye, la cuantía de esos costes sólo representó un 8,5 por ciento del proyecto total, cuantía ésta no excesiva si se compara con los efectos de costes de reprogramación de otros proyectos de esta envergadura".

Siemens concluye diciendo que esta versión surge de comparar esta cantidad con la partida de Renfe únicamente y no con el total de ambas partidas, la del ministerio y la de Renfe, y agrega que la documentación justificando el coste total de la obra se encuentra en poder del juzgado que investiga estos hechos.