En este sentido, Armando Tejerina Gómez, doctor del Centro de Patología de la Mama de Madrid, señaló que estas técnicas de resonancia serán la clave para el diagnóstico de lesiones cancerosas en aquellas mujeres que tengan "alto riesgo" por antecedentes familiares, "jóvenes" y con "mamas densas y fibrosas".

En el resto de los casos, apuntó, la mamografía y, en concreto, la recientemente desarrollada mamografía digital, sigue siendo el "método estrella" para el diagnóstico, pero no se debe olvidar que "se han descubierto entre un 30% y un 40% más de cánceres de mama con la resonancia".

Estas declaraciones tuvieron lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde esta semana tiene lugar un curso específico sobre esta variedad del cáncer, para cuya curación se está desarrollando la práctica del "ganglio centinela", que, según explicó el doctor José Díaz Faes, consiste en atajar el tumor antes de intervenir quirúrgicamente.

En virtud de este sistema, se analizan los primeros ganglios de axila en la mama afectada de cáncer. Si el análisis es negativo, supondrá que el resto del pecho tampoco estará enfermo. De este modo, se ha conseguido disminuir el número de amputaciones y, de hecho, hoy en día "hay que justificar" la extirpación de la mama, cuando antes "había que justificar el tratamiento para conservarla".

El objetivo, explicó el doctor, es "saberlo todo del tumor, todos sus apellidos", incluso antes de tomar una decisión sobre el tratamiento terapéutico que se aplicará a la paciente, para así hacerlo mucho más efectivo.

Todo esto, sumado a la disponibilidad actual de fármacos hormonales y quimioterapéuticos que, sin perder eficacia, presentan menos efectos secundarios, se ha traducido en una sensible reducción de las muertes por cáncer de mama, siendo la supervivencia a los cinco años del diagnóstico cercana al 70%, finalizó.