La posibilidad de que la carretera atravesara las hoces del Júcar y el Cabriel provocó las protestas y críticas de grupos ecologistas de todo el Estado. Las hoces constituyen una profunda hendidura excavada por el río y, en ambos casos, presentan una importante riqueza paisajística y una variada fauna.

Para el paso de la autovía de Levante sobre el Júcar, la declaración de impacto eñala como alternativa viable, desde el punto de vista ambiental, la situada al sur del embalse del Picazo.

Respecto al paso del Cabriel, la declaración indica que la alternativa ambientalmente más correcta es la que transcurre más próxima al embalse de Contreras, también por fuera de las hoces.