Esta afirmación sintetiza lo que piensan y a lo que aspiran el millar de minusválidos psíquicos que existen en Extremadura, si bien ni una décima parte de ellos tiene ahora mismo trabajo, según se pone de manifiesto en un estudio realizado por la federación.

Según este informe, en torno al 98% de los adultos con deficiencias mentales se hallan ahora mismo en paro y sólo la mitad de los empresarios encuestados darían trabajo a un minusválido psíquico, a los que encargarían trabajos muy cncretos.

El estudio revela también que en torno a dos terceras partes de los consultados nunca ha visto trabajar a estas personas, mientras que el resto afirma que lo adecuado sería que dispusieran de un empleo en talleres específicos.

Cuando se habla con los minusválidos, éstos muestran su anhelo por poder obtener unos ingresos a través de su propio trabajo, lo que entienden les ayudaría económicamente y contribuiría a su propia autorrealización.

El trabajo que realizan los minusválidos y e el que los hombres duplican a las mujeres se desarrolla en talleres ocupacionales o en centros de empleo.

En el primero de los casos, no se habla de producción, sino más bien de integración. Por contra, si funciona el sistema de autofinanciación y el minusválido desempeña una tarea concreta, debe ser remunerado por ello.

Para conseguir que aumente el número de ocupados, se está estudiando ahora, en colaboración con la Consejería de Bienestar Social, la posibilidad de adherir una "etiqueta social a todo cuanto elaboren los minusválidos en sus centros, aunque todavía no ha definido perfectamente la forma de realizarlo, ya que se pretende no entrar en competencia desleal con los comercios ya establecidos que venden productos similares.

El objetivo es que quien adquiera el producto sepa que está ayudando a un fin social porque ha sido elaborado por un minusválido y el dinero que abona va directamente a los centros de empleo donde trabajan.

No obstante lo anterior, el trabajo al que se dedicrían los minusválidos es muy concreto, siendo preferentemente manualidades (realización de alfombras, pequeña artesanía...) y agricultura (cultivo de plantas ornamentales, flores, hortalizas y frutas).

Por otra parte, el cuidado y la cría de animales, el trabajo con papel y cartón y las labores de carpintería son las actividades preferidas en estos talleres.