La condición impuesta por la agencia es que la instalación permanezca ajo vigilancia especial de los técnicos oficiales, por espacio de dos meses.

Mientras tanto, sigue su curso el expediente iniciado por la AMA contra la planta de Fesa, a raiz del escape de amoníaco que ocurrió el 25 de marzo pasado y que provocó una nube de gas tóxico que se expandió por la barriada.

A pesar de esta decisión de reapertura, las fuentes oficiales consultadas por Servimedia no descartaron la posibilidad de que la agencia imponga una fuerte sanción a los responsables de la factoría. Como consecuencia del escape, muchos vecinos de la zona sufrieron picores en los ojos y algunos tuvieron también problemas en las vías respiratorias, por lo que las autoridades decidieron cerrar la factoría.

El motivo de que las AMA haya permitido el reinicio de actividades en este complejo industrial es que sus responsables han instalado una válvula de control que, en caso de que se produzca cualquier nueva emisión de amoníaco superior a los niveles permitidos, paralizaría automáticamente todo elproceso de producción.