Los ingresos por peaje ascendieron a 5.968 millones de pesetas, un 14 por ciento más que en el mismo periodo de 1989. Este aumento obedece exclusivamente a la mayor utilización de las tres autopistas públicas (Atlántico, Astur-Leonesa y Navara), ya que las tarifas permanecieron congeladas.

Para el presidente de Enausa, "si se mantienen los actuales niveles de crecimiento en los tráficos en las autopistas y no empeora la relación entre los costes de explotación y la facturación, Enausa podría repartir dividendos en 1993".

La deuda contraida por la empresa sigue siendo el principal capítulo de la cuenta de resultados de la concesionaria pública de autopistas de peaje, a pesar de que el año pasado se redujo en 11.600 millones, situándoe en cerca de 163.000 millones de pesetas.

REDUCIR LA DEUDA

Antonio Rojo anunció que la mayoría de los 24.132 millones de pesetas asigandos a la compañía por los presupuestos del Estado para 1991 se destinarán a la reducción de la deuda.

Añadió que uno de los principales objetivos de la firma en los próximos años debe ser el de mantener el crecimiento del tráfico en las autopistas. "Para ello es necesario aplicar subidas moderadas en las tarifas, que nos permitan competir con unas autopistas euopeas que son más caras", añadió.

A su juicio, "mientras haya corredores paralelos de uso público con alta siniestralidad hay que mantener unos peajes moderados y prestar un buen servicio público. Que la gente no deje de entrar en la autopista porque sea cara".

Enausa comenzó a aplicar en 1990 un plan de inversiones para la mejora de los actuales trazados que prevé un desembolso de 60.000 millones de pesetas hasta 1995, de los que unos 11.000 millones se gastaron durante el pasado ejercicio.

Respecto a la concesión de los nuevos trazados de autopista que prepara el Gobierno, Antonio Rojo se mostró partidario de disponer de un plazo de dos años para analizar los tráficos potenciales en cada uno de los trazados y definir su posible rentabilidad.

El Gobierno está preparando la concesión de explotación de las autopistas Málaga-Estepona, Almería-Cartagena y Valle del Ebro (Tudela)-Madrid.