LAS AUTONOMIAS PERMITEN DESDE HACE 5 AÑOS VENDER MEDICAMENTOS VETERINARIOS SIN RECETA, UN NEGOCIO DE UN BILLON DE PESETAS AL AÑO
- OCU ha comprobado que sólo en el 10% de los establecimientos exigen receta
- La Federación Empresarial de Farmacéuticos teme que puedan derivarse productos al mundo de la droga
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
OCU ha pedido al Ministerio de Sanidad y Consumo la lista de autonomías que han puesto en marcha el catálogo de centros autorizados, ya que las comunidades tienen obligación de comunicárselo a Sanidad, perola respuesta ha sido que no existe tal lista, según señaló el portavoz de la OCU, José María Múgica.
La transcendencia de la falta de control sobre estas tiendas, agrupaciones ganderas y farmacias que dispensan también especialidades veterinarias ha quedado en evidencia con la prueba que la OCU realizó el pasado verano y ha presentado hoy.
Colaboradores de la asociación visitaron un total de 43 establecimientos de 20 provincias, correspondientes a 13 comunidades autónomas, y compraron sin receta os medicamentos veterinarios que, según la ley, la necesitan. Unicamente en 4 (dos de Madrid, uno de Albacete y uno de Ciudad Real) se negaron a venderlos porque no se presentó la correspondiente receta.
La prueba coincide con la admisión a trámite por la Audiencia Nacional de una querella presentada por la Federación Empresarial de Farmacéuticos (FEFE) por atentado contra la salud pública contra 42 establecimientos que venden productos veterinarios, así como contra aquéllos otros que resulten responsbles de la venta sin control de estas especialidades farmacéuticas.
UN BILLON
Según señaló a Servimedia el presidente de la FEFE, Manuel Domínguez, el negocio fuera de control supone entre 500.000 millones y un billón de pesetas anuales, además del peligro para la salud que representa.
Los distintos análisis de carne realizados por la OCU arrojan invariablemente que un porcentaje de las muestras presentan residuos de antibióticos por encima de los niveles permitidos por la Unión Europea. En terera, un 7 por ciento, y en cerdo, un 5%.
Los residuos de antibióticos y otros medicamentos se pueden evitar si se respeta el periodo de eliminación que posee cada producto antes de sacrificar al animal (10, 15, 20 días), pero a la luz de los repetidos estudios, tampoco esta espera se respeta en algunos casos.
Comer carne con residuos de tranquilizantes, antibióticos u otros medicamentos aumenta las resistencias bacterianas a estos productos y por lo tanto disminuye la eficacia de las medicinas deuso humano, que en muchos casos se basan en los mismos principios que las veterinarias.
Además, el empleo incontrolado de medicamentos en las explotaciones agropecuarias es un elemento de reducción de costes, al prevenir enfermedades y acelerar el engorde, así como un fraude al consumidor, ya que los animales medicados retienen más líquidos de lo normal y luego la carne se desinfla en la cazuela o la sartén.
Según la OCU, el primer paso es que sólo vendan estos medicamentos tiendas autorizadas, l que actualmente no se cumple, para que a continuación las autoridades sanitarias controlen que la venta se hace con receta.
La FEFE indicó a Servimedia que la situación actual impide que se pueda realizar la retirada de un producto determinado del mercado, ya que las comunidades autónomas no saben a qué establecimientos tienen que notificar la suspensión de una comercialización.
Asimismo, los empresarios de farmacias temen que determinadas especialidades farmacéuticas, que puede adquirirse en muhos lugares sin receta para uso presuntamente animal, puedan caer en los círculos del mercado negro de la droga. Concretamente, hay anestésicos y tranquilizantes para animales que han originado investigaciones policiales por esta causa.
(SERVIMEDIA)
19 Ene 2000
A