En declaraciones a Servimedia, Arnaldo dijo que es necesario fijar con "más precisión y seguridad jurídica" lo que se autoriza y no se autoriza en la ordenanza sobre venta ambulante, aunque también dijo que, por mucho que se concrete, siempre se podrán "escabullir" ventas ilegales.

A su juicio, actualmente el problema es que el Ayuntamiento de Madrid tiene muchas dificultades para distinguir entre los particulares que quieren vender su coche y los que quieren aprovecharse, haciéndose pasar por particulares, y vender ilegalmente vehículos en la calle.

Por ello, cree que la ordenanza podría establecer que si alguien quiere vender su coche poniendo un cartel de "se vende" en su vehículo, tenga que pedir una autorización al ayuntamiento, para poder distinguirlos de los que se dedican a la venta ilegal. Ello, según Arnaldo, permitiría saber si alguien que se hace pasar por un particular está repitiendo las operaciones de venta, lo que está prohibido.

Arnaldo aprovechó también para alertar a los consumidores de que la gente que vende los coches de manera ilegal en la calle no ofrece ningún tipo de garantía y, además, están haciendo un abuso de ocupación de la calle haciéndose pasar por particulares cuando no lo son y cuando deberían de tener un local para poder vender esos coches.