En su informe, AEA señala que, a diferencia de los sistemas actualmente vigentes en el Reino Unido, Alemania, Francia, Luxemburgo e Italia, se pretende crear en España un sistema nuevo en el que la pérdida total de puntos no se considera una sanción, sino la pérdida de los requisitos necesarios para conducir, dándole el mismo tratamiento que a un conductor que perdiera la vista o sufriera un trastorno psicológico grave después de haber obtenido el carné.

Según AEA, las consecuencias de utilizar esta nueva fórmula -no testada en ningún país europeo y de resultados imprevisibles- son, por una parte, la reducción de garantías jurídicas de los ciudadanos, ya que al no constituir una sanción, la pérdida de puntos estaría fuera del sistema de recursos y del control jurisdiccional, y, por otra, que habría que esperar al menos 10 años para adaptar la totalidad de los permisos de conducir actualmente en vigor en España al nuevo requisito que se va a exigir de no perder la asignación de los 12 puntos.

"A nuestro juicio", señaló Mario Arnaldo, presidente de AEA, "la nueva condición de no perder los puntos asignados para mantener la vigencia de los permisos de conducir no podría aplicarse retroactivamente a las autorizaciones ya expedidas hasta que éstas no caducaran y fuera necesario proceder a su renovación".

"Como el periodo máximo de validez de los permisos de conducir en España se otorga por diez años, habría que esperar ese lapso de tiempo para que todos los permisos quedaran afectados por la nueva norma", agregó Arnaldo.

Es un plazo que "no sería necesario respetar si la pérdida de puntos se considerara una sanción, ya que podría aplicarse a todos los conductores sin excepción el mismo día de la entrada en vigor de la nueva norma".