AUTOMOCIÓN. EN CINCO O DIEZ AÑOS HABRÁ CIERRE DE FÁBRICAS ESPAÑOLAS POR LA AMPLIACIÓN DE LAUE
- Según un estudio de la Fundación Alternativas
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La ampliación de la Unión Europea (UE) hacia los países del Este supondrá un grave riesgo para la industria automovilística española, según un estudio sobre "El sector del automóvil en la España de 2010" elaborado para la Fundación Alternativas, que señala que el cierre de fábricas en nuestro país es "una posibilidad bastante real" en el plazo de cinco o diez años, con el consiguiente efecto sobre el empleo.
Adeás, el estudio, al que tuvo acceso Servimedia, indica que este riesgo se extenderá a la industria española de componentes de automoción, que también perderá importancia en los próximos años. De hecho, explica, esta tendencia negativa ya puede verse, pues los cierres de plantas de Lear, Delphi, Gates o Valeo "no son un riesgo, sino una triste realidad que irá creciendo en los próximos meses".
Para el autor del informe, José Antonio Bueno Oliveros, el sector del automóvil es muy relevante en la economíanacional y su fragilidad es alta, por lo que sería conveniente que las administraciones "lo tutelasen de alguna forma" y adoptasen medidas para apoyarlo, entre otras la creación de una Dirección General del Automóvil.
En relación con el sector de fabricantes de automoción, el informe señala que el desmantelamiento del 50% de la capacidad productiva, "por lo menos", no será inmediato, pero "sí que puede considerarse un riesgo cierto en el medio plazo". España es el tercer país productor de vehículos deEuropa, con cerca de tres millones de unidades fabricadas anualmente, de las que alrededor del 80% se destinan a la exportación.
El informe señala que muchas de las razones por las que los fabricantes se instalaron en España, como el crecimiento potencial del mercado español de automóviles o la mano de obra barata, han desaparecido. Además, con la ampliación de la UE hacia los países del Este, el diferencial del coste salarial será claramente negativo para España.
Otro problema, según el estudio e la Fundación Alternativas, es que la práctica totalidad de las marcas automovilísticas con fábricas en España tienen sus centros de decisión fuera de nuestro país, fundamentalmente en Francia y Alemania, por lo que "sólo mantendrán sus inversiones en España si son más rentables que las que tienen en otros lugares".
El informe destaca que el futuro de las plantas españolas dependerá sólo de su productividad en comparación con el resto de centros de su misma marca en el momento de asignar nuevos models. "En el momento de asignar nuevos productos, con fábricas eficientes, nuevas, baratas y desocupadas, los centros españoles estarán en riesgo. Por tanto, el riesgo de cierre de centros no se materializará en un año o dos, pero puede materializarse en cinco o diez", asegura.
COMPONENTES
El estudio analiza también los problemas de la industria de componentes española, de la que dice que una de sus principales debilidades es que importa gran parte de lo que produce porque carece de tecnología suficiene para responder a las necesidades de los fabricantes.
Según el autor de este trabajo, el riesgo para el empleo directo es mucho más relevante para la industria de componentes que para la de fabricantes. A su juicio, el riesgo real de pérdida de puestos de trabajo es actualmente el triple para los proveedores que para los fabricantes.
El sector de componentes se vería directamente afectado por la reducción de la capacidad de producción y el cierre de plantas de fabricación de automóviles, pero tabién se verían afectados otros como el transporte. Según el informe, el cierre de una planta de fabricación de automóviles que emplee a 10.000 trabajadores puede tener un impacto directo en una masa de más de 50.000 empleos, y, al menos, serían otros tantos trabajadores los afectados por la pérdida de riqueza de la zona.
El autor del informe considera que la Administración española ha hecho bastante poco en los últimos años por el sector, y cree que, ante los riesgos que existen para el futuro, es necsario adoptar medidas concretas. A su juicio, hay que apostar por una visión estatal de la industria del automóvil y crear un observatorio sectorial con empresas, sindicatos y Administración.
Además, propone la creación de una Dirección General del Automóvil, que sirva de interlocución única y con acceso directo a un ministro; una modificación pactada de la legislación laboral que permita mayor flexibilidad en el sector (bolsa de horas), una coordinación autonómica de las políticas de apoyo al sector,incentivos fiscales a la actividad industrial que garantice y cree empleo, y una rebaja de las cotizaciones sociales para los planes de rejuvenecimiento de plantillas.
(SERVIMEDIA)
10 Mar 2004
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