La nueva empresa, que cuenta con un capital social de cinco millones de dólares (unos 645 millones de pesetas), está participada por Irizar, n un 35'7 por cien, y la compañía asturiana Alsa, en un 15'3%, con lo que controlan la mayoría de la empresa (51%). El resto es propiedad de la empresa pública china "Fábrica de autobuses de Tianjin".

La inversión total asciende a 1.500 millones de pesetas y la producción se iniciará en mayo del año próximo con una plantilla de 400 trabajadores. Los responsables de la empresa prevén construir 1.000 unidades anuales de distintos modelos de autobuses para el mercado chino y otros paises asiáticos, ademá de autocares urbanos y unidades de lujo del modelo Everest.

El director gerente de Irizar, Koldo Saratxaga, planteó que uno de los objetivos de la empresa es la captación de una clientela internacional, lo que llevará a una consolidación en mercados europeos como el de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Grecia, que absorben más del 50% de sus ventas.

Saratxaga anunció que las ventas de Irizar crecerán en 1.994 un 67% respecto a 1.993, alcanzando los 7.200 millones de pesetas, 4.200 de los uales corresponderán a exportaciones.