En declaraciones a Servimedia, Mariño aseguró: "Me parece positivo que la cultura política europea sea fuerte y sea capaz de excluir del gobierno austriaco a grupos de extrema derecha".

Precisó que esta advertencia de la UE "puede sonar como una intervención, quizás, e los asuntos de jurisdicción exclusiva de Austria o sonar, quizás, como dificultad que se pone a la propia democracia austriaca, pero también va a forzar a Haider a tomar posición pública y a prometer públicamente que sus resabios neofacistas o nazis no son tales".

A su juicio, el ministro de Exteriores austriaco, Wolfgang Shüssel, que negocia con Haider un gobierno de coalición, debe "evitar entrar en coalición con gente como Haider".

Mariño calificó de "rechazable el miedo hacia los extranjerosque ha logrado capitalizar Haider en la sociedad austriaca", y concluyó que, "en principio, hay que evitar relacionarse con ellos hasta que se hagan más abiertos, en función de los valores comunes europeos".