Según "Der Standard", esta mañana comenzó en Viena el juicio contra este psiquiatra, uno de los médicos que siguió al pie de la letra los programas de "depuración de la raza aria" defendidos en la época del nacionalsocialismo. Este plan nazi de eutanasia, lanzado en 1939, pretenía la eliminación de aquellos individuos a los que el régimen consideraba "inferiores", como es el caso de estos nueve niños discapacitados.

Según el testimonio de algunos supervivientes de ese tiempo, los menores que presentaban discapacidades físicas o mentales "no sólamente eran eliminados, sino que además eran sometidos a torturas varias". Entre las vías de exterminio, estos testigos aluden el hecho de ser forzados a ingerir somníferos y otros medicamentos que, en grandes dosis, causaban serias coplicaciones de salud a las víctimas.

Gross, condenado en 1950 a dos años de reclusión por incitación al asesinato cuando fue máximo responsable de Spiegelgrund, logró ser absuelto de sus cargos en mayo de 1951. Su caso ha permanecido archivado hasta que en 1997 se volvió a abrir una investigación en torno a las nueve muertes.

El estado de salud del anciano psiquiatra le ha librado, hasta hoy mismo, de ser juzgado con más celeridad, a la luz de los nuevos datos y pruebas que han aparecido desde 197 contra él.