En un comunicado difundido hoy, la Comisión se define como "guardián de las disposiciones de los tratados" que han forjado la Unión Europea, "fundada en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales, así como el respeto a la ley".

En la nota, las autoridades comunitarias señalan, no obstante, que la UE como institución no fue consultada ni ha participado en la dura nota diplomática que la residencia portuguesa y 14 Estados miembros acordaron para advertir de que se suspenderían las relaciones con Austria si en ese país gobierna la ultraderecha.

Los portavoces comunitarios han querido dejar claro que la UE tiene sus propios mecanismos para evitar una posible violación de derechos humanos en cualquier Estado miembro, aunque han reiterado que no se cuestiona la democracia en Austria y que la decisión de los países que sucribieron el comunicado no afecta al funcionamiento de las institucioes.

Por último, la Comisión ha asegurado que mantendrá un contacto estrecho con los gobiernos de los Estados miembros para seguir la situación cuidadosamente, "manteniendo las relaciones con las autoridades austriacas".