Los efectivos policiales se concentraron en numerosos puntos del centro de la capital y en torno a los núcleos comerciales, muchos de los cules fueron prácticamente "tomados", para garantizar el derecho de los trabajadores a acudir a sus centros.

Según el delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo, este amplio despliegue evitó precisamente que los piquetes impidieran la salida de autobuses y garantizó el cumplimiento de los mínimos en el Metro.

Sin embargo, 12 personas fueron detenidas por la policía, tres de ellas por montar barricadas en zonas periféricas de la ciudad, y los nueve restantes, por sellar con silicona las cerrduras de bancos, bares y otros establecimientos, principalmente en el centro de Madrid.

El enfrentamiento más grave entre trabajadores y fuerzas de seguridad ocurrió en la estación de Atocha, donde un piquete intentó impedir la entrada de los trabajadores, lo que motivó una carga de la policía.

La Delegación del Gobierno no tenía constancia de que se hubieran producido heridos, aunque fuentes sindicales manifestaron que una persona resultó lesionada como consecuencia de la intervención policial. Fuentes de la Policía Municipal consultadas por Servimedia explicaron que hacia las cinco y media de la madrugada se produjo el incendio de varios contenedores de basura y cortes de tráfico en las calles Leiza, Deva y Guetaria, en el distrito de Usera.

A las seis de la mañana, unos desconocidos cruzaron, frente al número 91 de la calle Illescas, un compresor, dos cubos de basura y varias papeleras.

Igualmente, hubo apedreamientos y pintadas de autobuses de la EMT junto a las cocheras y en varas calles del distrito de Vallecas. También fue rota la luna de un taxi en el Parque San Juan Bautista.