Del Burgo no estaba presente en el Hemiciclo del Congreso cuando le llegó el turno de defender la moción presentada por el PP, por lo que la vicepresidenta de la Cámara Baja, Carme Chacón, llamó en varias ocasiones al diputado antes de suprimir el punto del orden del día por inasistencia.

La moción del Partido Popular pretendía instar al Gobierno a que Navarra nunca sea objeto de discusión en una negociación política con ETA y que Batasuna nunca pueda presentarse a unas elecciones sin condenar previamente la violencia.

Los diputados del PP reclamaron a Chacón un receso de cinco minutos, con el fin de que Del Burgo pudiera llegar a tiempo, pero dado que ya había pasado un cierto tiempo optaron por dar la moción por decaída y llamar a votación al resto de los parlamentarios para las iniciativas debatidas anteriormente.

Los principales dirigentes del Grupo Popular subieron de inmediato a la tribuna para pedir explicaciones a Chacón y al presidente de la Cámara, Manuel Marín, que mientras tanto había llegado para serenar la discusión y poner orden.

El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, también se sumó al enfrentamiento dialéctico, junto a Del Burgo, así como los representantes del PP en la Mesa del Congreso Celia Villalobos y María Jesús Sáinz. Entre tanto, acudió el portavoz socialista, Diego López Garrido, que mantuvo un rifirrafe con el popular Jorge Fernández Díaz.

Antes de la votación del resto de las mociones, Manuel Marín ofreció como solución que la moción decaída por la ausencia de Del Burgo se recupere la próxima semana como proposición no de ley.

Marín ratificó la decisión de Chacón al asegurar que había resuelto "correctamente" el conflicto, ya que había llevado a cabo una "aplicación correcta" del Reglamento del Congreso. No obstante, recordó que no es la primera vez que ocurre algo así, por lo que instó a los grupos a "estudiar entre todos la mejor forma de que esto no suceda porque crea dificultades para la celebración de los debates.

Los grupos parlamentarios aceptaron la propuesta de Marín para que la moción se debata la próxima semana como proposición no de ley, lo que no afecta al fondo de la iniciativa del PP.

DEL BURGO ASUME SU "PIFIA GRANDE"

El diputado Jaime Ignacio del Burgo asumió su responsabilidad por llegar tarde al debate y admitió que el error supone "una pifia grande" tras una larga carrera profesional en el Congreso.

Del Burgo pidió "perdón" a sus electores y a la sociedad navarra en su conjunto pero, al mismo tiempo, aprovechó para instar al PSOE a que "reflexione" sobre el contenido de la moción, ya que el debate se celebrará el próximo martes.

El diputado de UPN aseguró que el PSOE tiene una "magnífica oportunidad" para replantearse el sentido de su voto, ya que la solución aportada por Marín otorga un "tiempo de prórroga".

Por su parte, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, se quejó en los pasillos del Congreso de que "no hubiera pasado nada" por hacer un pequeño receso para que Del Burgo pudiera llegar a tiempo y se celebrara el debate.

Zaplana aseguró que "hay precedentes", aunque dijo no recordar ninguno en ese momento, y celebró que "lo importante" es que finalmente ha habido acuerdo con el resto de los partidos para que la moción se trate la semana que viene como proposición no de ley.

El portavoz del PP justificó el retraso de Del Burgo porque "ningún grupo había pedido turno para fijar posición" en el anterior debate. "Estas cosas que le han pasado a mi compañero, no es la primera vez que pasan en la Cámara, yo lo lamento mucho como lo lamenta él, fíjense el interés que tiene", apostilló.

Finalmente, el diputado del Partido Socialista Juan Moscoso tildó de "lamentable" que Del Burgo no pudiera defender su iniciativa y que ningún otro diputado popular fuese capaz de sustituirle, aunque señaló que la moción era "innecesaria y desafortunada" porque pretende "debilitar la posición del Gobierno en materia antiterrorista y esparcir el miedo entre los ciudadanos navarros ante algo que no va a ocurrir nunca".