Aunque reconoció que no existe contabilidad sobre elos -------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

El ex ministro de Interior José Barrionuevo declaró hoy, ante el tribunal que juzga a José Amedo y Michel Domínguez, que "es posible, pero muy improbable", que algún funcionario pueda utilizar fondos reservados del Gobierno para fines delictivos.

Sin embargo, el antecesor de José Luis Corcuera agregó que tiene a seguridad de que no se desviaron 15 millones de pesetas a la Jefatura Superior de Policía de Bilbao.

Barrionuevo, titular del gabinete ministerial desde diciembre de 1982 a julio de 1987, especificó que, aunque no existe una contabilidad interna, ni justificantes, ni personas que regulen la utilización de estas partidas, "hay un sistema con arreglo a los criterios generales de control que no puedo explicar, porque cometería un delito, ya que afecta a la seguridad del Estado e incluso a las relacione internacionales".

Manifestó sin embargo que sólo en un caso concreto -el viaje a Portugal en 1986 para investigar un asunto de tráfico de armas- se dio al subcomisario Amedo dinero, "el estrictamente necesario", procedente de estos fondos y que ignora quién efectuó la entrega y cómo lo hizo.

Aseguró también que no tuvo constancia de algunos de los millonarios ingresos en la cuenta del subcomisario durante los años en que se cometieron los atentados de los GAL, pero sí le informaron de que jugabamucho dinero en los casinos, "por lo que se abrieron diligencias".

El que fuera responsable del ministerio de Interior consideró asimismo que todas las investigaciones policiales que se efectuaron en relación con los atentados de los GAL "tuvieron gran éxito, porque permitieron la desarticulación de este grupo, gracias también a la aportación de las autoridades francesas, hace ya cinco años".

"GRUPOS INCONEXOS"

Al igual que los mandos policiales que testificaron en días anteriores, Barrionuevo o se refirió a esta banda como una organización, sino como "grupos inconexos de personas de nacionalidades diversas, la mayoría no españolas, que realizaban actos delictivos en Francia".

Cuando la acusación particular le comentó que también se habían producido amenazas en territorio español y que incluso a algunas personas les grabaron las siglas en la piel, contestó que "con otras siglas se producen muchas más llamadas en el País Vasco" y que el caso concreto de la persona que fue marcada con la sigl de los GAL fue un montaje de la propia víctima, "para darse importancia" dentro de Herri Batasuna.

Barrionuevo no se atrevió a calificar tampoco de "terroristas" los actos delictivos de los GAL. De hecho, relató que durante su mandato se reunió en numerosas ocasiones con sus homólogos franceses y hablaron de esta banda, "como objeto englobado dentro de la cooperación de ambos países en la lucha contra todo tipo de delincuencia".

Dijo también que ignora quién podía estar detrás de esa X que el juz Garzón marcó en el sumario por encima de Amedo, porque "si es difícil precisar datos que han ocurrido, lo es más todavía precisar sobre datos que son fruto de la imaginación".

Con respecto a la situación de los procesados, reiteró que le parece "legal, pero no justa", ya que guardan prisión preventiva pero ninguno "eludió jamás los requerimientos de la Justicia".

Al terminar su declaración, Barrionuevo se dirigió brevemente a los periodistas para comentar que desea que este juicio se celebre "tl y como marcan las leyes democráticas" y que no dé lugar a un juicio paralelo al de la Audiencia Nacional.

(SERVIMEDIA)
21 Jun 1991
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