La presencia e la Guardia Civil se inició en el mes de junio de 1998, como parte del contingente creado a partir del Protocolo de Lusaka, firmado por el Gobierno angoleño, la UNITA y Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1994.

Como integrante del componente policial de la misión, el objetivo primordial era verificar el respeto a los derechos humanos por parte de los bandos enfrentados.

La Guardia Civil tenía asignadas, dentro del contingente de Naciones Unidas, las labores de averiguación de informaciones sobe las denuncias de presuntas violaciones de los derechos humanos, para hacerlas llegar al cuartel general de la ONU en Luanda.

Con independencia de estas misiones, también ha colaborado en tareas humanitarias y en ayuda de las campañas de vacunación a la población, así como en labores de mediación entre la población civil y las diferentes estructuras de la misión, facilitando el entendimiento y agilizando cuantos trámites y gestiones fueron necesarios.

El comienzo de las hostilidades armadas ha taído consigo la inmediata evacuación de parte del contingente, reduciendo drásticamente su presencia.