AUMENTAR EL SALARIO MINIMO NO REDUCE LA POBREZA, SEGUN LA OCDE
- Los beneficiarios del sueldo base no pertenecen a familias pobres
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Aumentar el salario mínimo no es la solución para terminar con la pobreza, pero tampoco es una traba para el buen funcionamiento de la economía. Así acaba de afirmarlo la OCDE en su último informe anual dedicado a las perspectivas de empleo para 1998.
La OCDE constata en este informe que el salario mínimo varía enormemente de unos países a otros. Así, mientras en España el sueldo base representa el 20 por ciento de un salario medio, en Francia equivale al 60 por ciento. Los principales beneficiarios del salario base son los jóvenes y las mujeres, los sectores más afectados también por el desempleo. Sin embargo, la OCDE advierte que el salario mínimo no beneficia a los trabajadores que más lo necesitan, sino, sobre todo, a los trabajadores que viven en hogares cuyo ingreso es igual o superior al ingreso medio. Es decir, la mayoría de los trabajadores que cobran un salario base no pertenecen a la categoría de las familias pobres.
Por esta razón, la OCDE considera qu aumentar el salario mínimo -como proyecta Francia en estos momentos- tiene una escasa incidencia en la lucha contra pobreza.
No obstante, la OCDE cree necesario el establecimiento de un mínimo para los jóvenes, ya que puede beneficiar a ciertas categorías de empleados mal pagados. Además, puede reducir las diferencias de salarios.
Los más importante, en cualquier caso, es que el salario mínimo se circunscriba en una política de fomento de empleo y que se potencie la formación de los trabajadores según la OCDE.
PREVISIONES DE PARO
En su informe, la OCDE también presenta sus previsiones de desempleo para el presente y el próximo año. En el caso de España, esta organización estima que en 1998 se alcanzará un índice de paro del 19,6 por ciento de la población activa. El porcentaje decrecerá en 1999 al 18,4 por ciento.
(SERVIMEDIA)
23 Jun 1998
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