Estas infecciones, que provocan síntomas similares a los resfriados, acarrean importante costes médicos y absentismo laboral, lo que obligará a tomar medidas para evitar la reproducción de los agentes infecciosos en las aguas estancadas.

Agentes patógenos como el penicillium, aspergillus y aspergillus negro han sido detectados en cañerías y conductos de aire, sin que las autoridades norteamericanas hayan adoptado todavía ninguna medida específica para combatir este problema.