Según ese informe, unos 10.300 jóvenes han probado en alguna ocasión estos medicamentos y su consumo es más frecuente a medida que aumenta la edad.

El Gobierno de Aragón ha informado qu en el período 1992 y 1997 el consumo de estos fármacos (ansiolíticos o relajantes) ha aumentado en un 0,01 por ciento y que el consumo entre los mujeres es mayor que entre los hombres, a excepción de Teruel.

El informe señala que estos fármacos suelen utilizarse bajo una adecuada supervisión médica, pero hay casos en que su uso es anárquico, dándose supuestos de automedicación y de préstamo del medicamenteo de unos a otros sin intervención médica.

La dependencia de los tranquilizantes se producenormalmente porque el individuo que los ingiere tiene un problema y no intenta solucionarlo, o cree poder hacerlo, lo que agrava su problema, según el informe.