Según el estudio, la oblación que se mantuvo en tratamiento durante 1990 fue de 14.996 pacientes, con un incremento muy significativo de pacientes en edad avanzada.

Respecto a la mortalidad, aumentó ligeramente en 1989 respecto al año anterior, aunque se observó un descenso de la letalidad, es decir, de fallecimientos de pacientes en riesgo, del 7,6 por ciento al 6,8 por ciento, una cifra que sigue siendo inferior a la media europea.

Sobre la dotación de recursos para el tratamiento de la IRT, el informe dice que la roporción de centros españoles con diálisis de bicarbonato o con programas de trasplantes es superior a la media comunitaria, aunque el número es menor cuando se trata de centros con programas de hemodiálisis domiciliaria o de diálisis peritoneal.

Por otro lado, la hemodiálisis domiciliaria es escasamente utilizada por lo españoles, ya que en 1989 sólo hubo 3 nuevos pacientes. Es la hemodiálisis hospitalaria la que desplaza a la diálisis peritoneal.

La supervivencia total de aquellos pacientes co IRT que iniciaron tratamiento a partir de 1985 fue del 65,6 por ciento cinco años después.

Esta cifra, añade el informe, constituye un ligero empeoramiento con respecto al total de pacientes, que viene condicionado por un aumento de la población con mayor riesgo.

En el apartado de trasplantes renales, el informe menciona que en 1990 se realizaron 1.240 y que la supervivencia del paciente que ha sufrido un trasplante es del 87,3 por ciento a los cinco años.

Por otra parte, ayer se hizo entrea durante esta reunión del II Premio Extraordinario sobre Eritopoyetina, dotado con 500.000 pesetas, y que recayó en el trabajo "Datos clínicos a favor de un mecanismo presor intrínseco", realizado por los doctores José Luis Teruel, Julio Pascual, Fernando Liaño y Joaquín Ortuño, pertenecientes al Servicio de Nefrología del Ramón y Cajal, de Madrid.