Los dos militantes del PP, que asistieron a la marcha, tuvieron que prestar declaración días después por el supuesto intento de agresión al entonces ministro de Defensa, José Bono, que denunció haber sido insultado y zarandeado por varios asistentes a la manifestación.

En el banquillo de los acusados se sentarán por este caso el jefe de la Brigada de Información de Madrid, Rodolfo Ruiz, y otros dos policías.

La acusación, ejercida por el Partido Popular, sostiene que los hechos acaecidos a raíz de la manifestación son constitutivos de delitos de detención ilegal, falsedad en documento público y coacciones.

Por ello, solicita para los acusados condenas que oscilan entre los 4 años y los 9 años y 364 días de cárcel, así como penas de inhabilitación de entre 3 y 11 años.