ETA

LA AUDIENCIA NACIONAL JUZGARÁ EL JUEVES AL ETARRA "KANTAURI" POR INTENTAR ATENTAR EN UN PARTIDO ALAVÉS-LLEIDA

MADRID
SERVIMEDIA

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al dirigente etarra José Javier Arizcuren Ruíz, alias "Kantauri", por el atentado fallido contra los agentes de la Policía Nacional que formaban el dispositivo de seguridad del partido de fútbol entre el Alavés y la Unió Esportiva LLeida, el 20 de mayo de 1985.

El fiscal encargado del caso, Carlos Bautista, solicita para el dirigente etarra una pena de 143 años de cárcel al considerarle autor de cinco delitos de asesinato, un delito de atentado a agentes de la autoridad y otro de estragos, todos ellos en grado de frustración.

El representante del Ministerio Público sostiene que Arizcuren Ruiz, junto con otros miembros del "comando Araba" de ETA ya condenados por estos hechos, decidieron colocar una bomba en las próximidades del estadio del Álaves, el polideportivo de Mendizorroza, con el objetivo de asesinar "a un número indeterminado -no inferior a cinco- de miembros de la Policía Nacional" que formaban parte del dispositivo de seguridad del encuentro de fútbol entre el equipo local y la Unió Esportiva LLeida.

Además, pretendían causar importantes destrozos en los vehículos policiales y otros automóviles estacionados en las proximidades, así como en el propio estadio de fútbol.

Con ese objetivo, y según el relato realizado por Bautista en su escrito provisional de calificaciones, Arizcuren Ruiz preparó una bomba compuesta por 25 kilos de goma 2 y 100 kilos de tornillería a modo de metralla.

ROBO Y SECUESTRO

En la mañana del 20 de mayo de 1985, los miembros del comando robaron dos vehículos y secuestraron a sus dueños, quienes fueron retenidos varias horas en las cercanías de la localidad alavesa de Berrosteguieta.

El acusado ordenó a varios etarras la custodia de los secuestrados, con la consigna de no soltarlos hasta recibir nuevas instrucciones.

Acto seguido, Arizcuren Ruiz colocó el artefacto explosivo en uno de los coches sustraidos y ordenó a una de las etarras del comando que estacionase el vehículo en las inmediaciones de Mendizorroza, exactamente en el lugar donde se suelen dejar aparcadas las furgonetas policiales los días de partido.

A primeras horas de la tarde, el acusado ordenó a otros dos miembros del comando que se desplazaran hasta el estadio para controlar la zona e informar sobre las incidencias que fueran surgiendo.

Al observar estos la elevada presencia policial, se pusieron en contacto con Arizcuren Ruiz para comunicarle que "la cosa esta mal", por lo que el procesado decidió dirigirse él mismo hasta el estadio para valorar la situación.

Finalmente, los etarras decidieron retirarse del lugar sin hacer estallar la bomba y Arizcuren Ruíz ordenó la liberación de los dos secuestrados.

Poco tiempo después, los policías, alertados de la sustracción de los coches, localizaron el vehículo en el que estaba montada la bomba, y los Tedax consiguieron desactivar el explosivo.

(SERVIMEDIA)
14 Sep 2008
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