Según el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal encargado del caso, Ignacio Gordillo, considera probado que el 16 de abril de 1997 Aitzol Gogorza Otaegui, junto con Kepa Echevarría Sagarzazu, planearon matar, por orden de la dirección de ETA, a Juan José Baeza González, funcionario de Instituciones Penitenciarias destinado en la cárcel de Martutene (San Sebastián).

Así, Gogorza Otaegui y su compañero esperaron a su víctima en las inmediaciones del Polígono Olibet, de Rentería. Sin embargo, el funcionario de prisiones decidió cambiar de trayectoria cuando vio a los dos desconocidos en su camino.

Sin embargo, los terroristas le dieron alcance y se le acercaron por detrás, disparándole al cuello varias veces, pese a lo cual no acabaron con la vida del citado funcionario.

Como consecuencia de los balazos, el funcionario tuvo lesiones graves de las que tardó en curar 318 días. Las secuelas que sufre son cervicobraquialgia derecha, parestesias en dedos de la mano derecha, neuropatía occipital izquierda y trastorno por estrés postraumático.

El fiscal considera que los hechos descritos son constitutivos de tentativa de asesinato terrorista, tenencia ilícita de armas con finalidad terrorista y pertenencia a banda terrorista, delitos de los que considera culpable al procesado, Aitzol Gogorza. Así, pide que sea condenado a un total de 35 años de cárcel.