La Fiscalía de la Audiencia Nacional, representada por Fernando Burgos, solicita que Aitor Herrera sea condenado a 17 años de prisión por estragos terroristas.

Según el escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público considera probado que Aitor Herrera era un miembro activo de ETA y realizaba funciones de apoyo para un comando de la banda terrorista.

Así, en julio de 2003 "seleccionó y estudió" como objetivo para la colocación de una bomba el citado aeropuerto y facilitó los datos precisos al comando, que decidió llevar a cabo el atentado el 27 de ese mes.

El comando le facilitó a Aitor Herrera dos teléfonos móviles, uno para dar aviso del atentado al diario "Gara" y el otro para advertir al grupo de cualquier problema que detectara en el recorrido previo hasta el aeopuerto.

Aitor Herrera no encontró nada extraño y el comando le comunicó que la explosión tendría lugar a las 17.00 horas de ese día.

La deflagración de la bomba, que tenía 20 kilos de dinamita y cloratita de un "altísimo potencial dañoso" para las personas que se encontraran en sus inmediaciones, causó daños en las instalaciones del aeropuerto por valor de 393.107,82 euros, así como en una vivienda y en diversos vehículos.