Los magistrados de la Sección Primera, presididos por la jueza Manuela Fernández Prado, han encontrado a Lerín culpable de los delitos de estragos y de lesiones terroristas.

El fiscal encargado del caso, Pedro Rubira, pedía para Lerín un total de 27 años de prisión por los delitos de estragos terroristas, colocación de artefactos explosivos y lesiones.

Finalmente, el tribunal tan sólo le ha impuesto 17 años de prisión al considerar que el delito de colocación de explosivos debe ser absorbido por el delito de estragos.

Según recoge la sentencia hecha pública hoy, los magistrados consideran probado que Lerín formaba parte del denominado "comando Zapa" de ETA y que, dentro de este grupo, la dirección de la banda terrorista le ordenó llevar a cabo una serie de atentados.

Para ello, se le envió 60 kilogramos de explosivo, distribuidos en tres mochilas con 20 kilogramos cada una, que Lerín recogió en las inmediaciones de un pantano en Tarragona.

El 30 de enero de 2005, Lerín situó una de las mochilas entre la parte trasera del Hotel Port Denia y la escalera de incendios. Sobre ella colocó un cartel en el que se podía leer "No tocar. Peligro bomba. ETA".

Al abandonar el lugar, el acusado activó el temporizador de la carga explosiva para las 15.00 horas. Acto seguido, los miembros del comando se trasladaron a La Rioja, desde donde avisaron a la DYA de Vizcaya de la colocación del artefacto.

Tras el aviso, la bomba hizo explosión, produciendo heridas de distinta gravedad a cuatro personas, así como cuantiosos daños materiales en las instalaciones del hotel.

Además de los 17 años de prisión, Lerín deberá indemnizar con 1.000 euros a cada uno de los cuatro heridos por la explosión.