A través de un escrito remitido hoy a los juzgados de Belfast, Velasco recuerda al juez Burguess, que se ocupa del proceso de extradición del etarra, que su función "sólo puede consistir en un breve examen de la tipificación de lo imputado" a De Juana y que no le corresponde entrar en el fondo del asunto.

La pasada semana, y ante las dudas sobre la pertinencia de extraditar a De Juana, el juez Burguess pidió al juez Velasco que le remitiera una copia con las palabras exactas de la carta supuestamente escrita por el etarra para investigar si hubo realmente un delito de enaltecimiento del terrorismo.

De Juana está reclamado por la Audiencia Nacional como imputado por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo que supuestamente se produjo en el acto de homenaje que le tributaron en el centro de San Sebastián tras su salida de prisión el pasado 2 de agosto.

El etarra no asistió al citado acto, pero en él se leyó una carta, supuestamente suya, en la que se alababa al ex dirigente de ETA Domingo Iturbe Abasolo, alias "Txomin", a través de la frase "aurrera bolie".

En su respuesta, Velasco recuerda al juez Burguess que, según el principio de "mutua confianza" que rige el Espacio de Seguridad, Libertad y Justicia de la Unión Europea, "el enjuiciamiento de fondo sobre los hechos concretos corresponde al juez del Estado en donde los mismos se han producido", es decir, a él mismo.

PRUEBAS SUFICIENTES

Tras estas advertencias, el magistrado asegura que existen pruebas que podrían demostrar que el etarra Iñaki de Juana Chaos cometió un delito de enaltecimiento del terrorismo. Para corroborar sus palabras, remite al juez norirlandés una copia de la carta supuestamente escrita por De Juana, así como un informe realizado por la Guardia Civil sobre la misiva.

En el citado informe, los peritos de la Benemérita determinan que la frase "aurrera bolie" (adelante con la pelota, en euskera) con la que De Juana finalizó su misiva es una expresión utilizada por el ex dirigente de ETA Domingo Iturbe Abasolo, alias "Txomin", cuyo sentido metafórico es "adelante con la lucha armada".

Según el juez de la Audiencia Nacional, con éstas y otras palabras recogidas en la carta, De Juana quería "aleccionar" a las 500 personas presentes en su homenaje "en la continuación del uso de medidas violentas para la consecución de fines políticos no apoyados por la mayoría de la población en las urnas".

En el escrito, explica al juez Burguess que las palabras de De Juana "provocan un enorme daño y dolor a los familiares y supervivientes de las inocentes víctimas mortales" de los atentados y asesinatos cometidos por el etarra.

Velasco señala además que, para conocer el alcance real de estas palabras, se precisa de "conocimientos sobre la historia del terrorismo vasco", pues no se pronunciaron "para que los interprete un juez extranjero", sino para "los asistentes del acto de homenaje".

En este sentido, y para que el juez de Irlanda del Norte pueda contextualizar las palabras de De Juana, Velasco le remite además un informe sobre "pedagogía de la violencia" y su función dentro del entramado terrorista etarra.

Por último, el magistrado de la Audiencia Nacional indica que si a estas expresiones se le suma el contexto en las que fueron pronunciadas, es decir, en un acto que "cortó una calle de una ciudad", que no estaba autorizado, en el que no se dejó entrar a la prensa, en el que se utilizaron pancartas con anagramas de organizaciones ilegalizadas y que acabó con vivas a ETA, se desprende que De Juana incurrió "en un delito de enaltecimiento del terrorismo".

Por todo ello, Velasco concluye su escrito señalando al juez Burguess que la instrucción llevada a cabo en la Audiencia Nacional "ya ha establecido" que las palabras de De Juana "superan la libertad de expresión para incurrir en una clara inducción a la consecución de objetivos políticos por medios violentos", por lo que debe ser extraditado a España.