Los magistrados de la Sección Tercera, presididos por el juez Alfonso Guevara, consideran que no está probado que Bagaria Fra fuera la persona que instaló los artefactos incendiarios que se utilizaron en el atentado contra las obras de la central hidroeléctrica.

El fiscal encargado del caso, Luis Barroso, pedía para Bagaria tres años de prisión, al considerarla autora de un delito de daños. Además, el representante del Ministerio Público solicitó que la acusada indemnizara a la empresa constructora de la central por los daños ocasionados.

Según consta en la sentencia hecha pública hoy, los magistrados consideran probado que el 22 de octubre de 2004, sobre las 4.50 horas, un grupo de personas colocó sobre un camión y dos palas retroexcavadoras que trabajaban en la construcción de la central hidroeléctrica sobre el río Arnoia a su paso por A Merca (Orense) tres artefactos explosivos.

El artefacto colocado sobre el camión se activó y provocó un incendio que ocasionó graves daños al vehículo, mientras que los otros dos dispositivos no llegaron a activarse completamente.

El análisis realizado por la Guardia Civil en la bandeja que contenía una de los artefactos reveló varias huellas dactilares que pertenecían a Bagaria.

Los magistrados señalan que el hecho de que la bandeja en la que se encontraron las huellas sea un "objeto móvil" puede concitar "las más aventuradas deducciones sobre su procedencia, distintas a la colocación de un artefacto incendiario".

Al no existir "otros elementos de prueba que hubieran generado datos periféricos", el tribunal ha decidido absolver a Bagaria del delito por el que estaba acusada.