Según informó su abogado, Juan Ramón Ayala, el acusado pretende que el Gobierno le conmute la mitad de la pena que debe cumplir en prisión, un total de 18 años, por los 8 años que pasó en libertad durante el extenso período de instrucción de la causa.

El procesado alegó que este período supuso "un lastre psicológico ante la condicionalidad de su situación", ya que no podía buscar trabajo ni planificar su vida por encontrarse pendiente de que se celebrara el juicio oral.

González Arenas, que aunque sentenciado a un total de 168 años de reclusión sólo puede cumplir el triple de la pena máxima impuesta, es decir, 18 años, ha pasado ya casi la mitad del tiempo de la condena en la cárcel.

El líder de "Edelweiss" basa además su solicitud en el sometimiento a la sentencia y el reconocimiento expreso que hizo de los hechos al final del juicio, el pasado mes de octubre.

El Ministerio de Justicia debe pedir informes al director del recinto penitenciario donde está ingresdo el acusado, a los perjudicados, al fiscal y al tribunal que dictó sentencia antes de nombrar una comisión que decida al respecto.

La sección 16 citó hoy a declarar a las 28 víctimas reconocidas en la sentencia para recabar su opinión antes de elaborar su informe, aunque no acudieron todos, por lo que volverán a ser convocados la próxima semana.

El tribunal consideró probado que González Arenas fue el fundador de un grupo de montaña en los años 70 que, bajo el pretexto de fomentar el deporte, alutinó a niños con edades comprendidas entre los 11 y los 14 años a los que inculcó "hábitos y pautas de conducta para satisfacer sus desviadas apetencias sexuales".

Por estos hechos también fueron condenados 9 de los monitores del grupo, que eran los encargados de ir captando a los menores, con los que también mantuvieron relaciones homosexuales, en colegios, campos de deporte y núcleos de relación familiar.