Este juicio estaba previsto para el pasado 1 de abril, viernes, pero tuvo que ser suspendido hasta esta semana.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, los hechos comenzaron cuando personas afines ideológicamente a ETA convocaron para el 18 de septiembre de 2003 un "borroka eguna" (día de lucha) por el fallecimiento de Arkaitz Otazua Aboitiz, hallado muerto el 14 de septiembre a 50 metros de donde se produjo un atentado contra dos agentes de la Ertzaintza, en el que supuestamente había participado.

Entre los llamamientos a la movilización en dicha "jornada de lucha", se convocó una concentración en la Plaza Circular de Bilbao a las 12 horas, la cual no había sido comunicada ni autorizada por el Departamento de Interior del Gobierno Vasco.

Así, a las 12,00 se reunieron en el sitio unas 50 personas, a las que luego se agregaron otras, llegando a sumar un total de 200. "La concentración fue dirigida por el acusado Angel Alcalde Linares, a quien se dirigían, antes de tomar posiciones, las personas que iban acudiendo al lugar", dice el fiscal.

Media hora más tarde, llegaron cinco jóvenes, de los que sólo se pudo identificar al acusado Sergio Asla Castro. Estas personas hablaron con Angel Alcalde y aparecieron a los pocos minutos con una pancarta que rezaba: "Saludo y honor joven luchador".

A la derecha de la pancarta se puso Angel Alcalde Linares y el acusado David Marcelino Alonso Esteban, que participaba con aquel en la organización de la manifestación.

Dos miembros uniformados de la Ertzaintza les informaron de que la concentración no estaba comunicada, pero Angel Alcalde Linares "les despreció, les dió la espalda y comenzó a proferir consignas al resto de los concentrados en alusión a Arkaitz Otazua".

LEMAS

Así, corearon "El pueblo no perdonará", "Arkaitz, te recordamos", "vosotros fascistas sois los terroristas" y "Arkaitz no es terrorista, es un luchador".

En este momento, los miembros de la Ertzaintza informaron a Angel Alcalde y a David Alonso que podían incurrir en un delito de exaltación del terrorismo y reclamaron por megafonía que los convocados procedieran a dispersarse.

"Ambos ignoraron las indicaciones de la Policía Autónoma Vasca, al igual que hicieron el resto de los manifestantes", continúa el escrito del fiscal. Así, corearon "Vosotros también sois perros", "El pueblo no olvidará" y "Arkaitz, siempre estarás en nuestra memoria".

Los concentrados, pese a los avisos de la Ertzaintza, persistieron en su actitud, por lo que fue precisa una carga policial para dispersar a los concurrentes.

Así, a continuación, unas 50 personas salieron de la plaza invadiendo la calzada de la Gran Vía, lanzando gritos a favor de la lucha armada y contra la Ertzaintza, y produciendo el corte del tráfico mediante el cruce de contenedores de basura.

Entre los asistentes a la concentración, que coreaban los gritos en recuerdo y apoyo a Arkaitz Otazua y en contra de la Policía Autónoma Vasca, se encontraban los acusados Mikel Allica de Areta, Beñat Careaga Elejaga, José Carlos García Rivas, Eider Uruburu Zabaleta y Ana Lizarralde Palacios.

Según el escrito del fiscal, esta última, Ana Lizarralde, después de la carga policial, junto con Angel Alcalde Linares, intentó reanudar la concentración, lo cual no fue posible por la intervención de la Ertzaintza.

DELITOS

Para la Fiscalía de la Audiencia Nacional, los hechos escritos son constitutivos de un delito de exaltación del terrorismo y otro de desobediencia.

Así, pide que cada uno de los ocho procesados sea condenado a 18 meses de prisión por el primer delito y a otros 8 meses más por el segundo, es decir, un total de 2 años y 2 meses de cárcel.