Esta sentencia se conoce precisamente el mismo día que se ha hecho efectivo el alto el fuego anunciado por ETA el pasado miércoles, 22 de marzo.

Los magistrados condenan a Echeandía Meabe como autor, por cooperación necesaria, de un delito de atentado terrorista con resultado de muerte en grado de frustración.

La sentencia declara probado que el "comando Vizcaya", integrado por Joseba Koldo Martín Carmona, Lourdes Churruca y el ya fallecido Ángel Irazabalbeitia, decidieron acabar con la vida del sargento Carollo y fijaron el atentado para el 18 de noviembre de 1994.

Para la Audiencia Nacional, fue José Miguel Echeandía quien facilitó a los terroristas la información necesaria para cometer el atentado, ya que recabó datos sobre los horarios, itinerarios y lugar de trabajo del sargento Carollo.

Dicen los magistrados que su "cooperación no fue accesoria, sino esencial", y recuerdan que era "vecino de la localidad donde se iba a perpetrar el atentado y, por tanto, conocía perfectamente los lugares por los que habitualmente debía pasar el militar para incorporarse a su trabajo".

Asimismo, sostienen que facilitó la información "a sabiendas de lo que se trataba y en función del fin pretendido".

EL ATENTADO

Para llevar a cabo el atentado, el comando robó un coche al que colocaron placas de matrícula falsas y que utilizaron Martín Carmona, Churruca e Irazabalbeitia para traladarse el día elegido, 18 de noviembre de 1994, a la localidad vizcaína de Larrabetzu.

Una vez allí, se colocaron en el semáforo que da acceso al caso urbano, a la espera de que llegase la víctima, lo que ocurrió a las 8 de la mañana.

En ese momento, Irazabalbeitia se acercó disparando al coche del militar, quien repelió la agresión con su arma reglamentaria, hiriendo a su atacante. Entonces, Churruca sacó su pistola y disparó al sargento, que resultó herido.