El tribunal consideró que el inculpado, que durante el juicio reconoció tener problemas conyugales, disparó contra Eugenio Mateo, propietari de un restaurante de L'Hospitalet de Llobregat en el que trabajaba su mujer, por celos.

Según la sala, quedó demostrado que Suárez tenía intención de matar a Eugenio Mateo porque creía que era el amante de su esposa, María Angeles Jurado. "Con esta finalidad", según establece la sentencia, "preparó su arma reglamentaria y le disparó 12 tiros".

La resolución redució la pena a 17 años, a pesar de que el fiscal pidió 20 durante le juicio, porque consideró que "al cometer los hechos se encontraba enun estado permanente de celos y estaba ofuscado".

Para el tribunal, a Suárez "no se le puede aplicar la eximente de arrepentiemiento espontáneo, ya que "se entregó voluntariamente a la policía porque no quería que le detuvieran sus compañeros, no porque se arrepintiera de disparar".

Los hechos ocurrieron el 3 de agosto de 1990, cuando Suárez, que estaba adscrito a los juzgados de familia de Barcelona recogió su arma reglamentaria y posteriormente se dirigió al restaurante donde trabajaba su espos para disparar contra el dueño.