En su comparecencia ante la Comisión de Interior para explicar estos hechos, Atutxa reconoció que el abogado de las familias de Lasa y Zabala, Iñigo Iruín, mostró a la Ertzaintza en el aeropuerto de Fuenterrabia una orden de la Audiencia Nacional en la que se permitía la entrega de los féretro a los familiares. Una orden que, según Atutxa, el juez Bueren no transmitió a las Fuerzas de Seguridad.

El consejero vasco señaló que los responsables de la Policía Autónoma vasca desconocía esa providencia y añadió que también "resultaba desconocida para nosotros". Asimismo, explicó que la Guardia Civil negó conocer dicha providencia, al ser preguntados por la misma por la Ertzaintza.

Por su parte, Herri Batasuna ha presentado unos vídeos en los que se recoge la actuación de la Policía AutónomaVasca ese día que, a juicio del parlamentario Karmelo Landa, fue demencial y carente de justificación.

Landa calificó de peligros públicos al consejero Atutxa y al viceconsejero de Seguridad, José Manuel Martiarena, y pidió su cese inmediato.

Tras la comparecencia del consejero Atutxa, familiares de Lasa y Zabala rechazaron la versión, calificándola de vergonzosa. Varios de estos familiares siguieron la comparecencia en una sala contigua a la Cámara, al no ser aceptada su presencia en ella, solictada por HB.

A su término, estos familiares continaron preguntándose quién dió la orden de la actuación de la Ertzaintza en el cementerio de Tolosa y también por la interpretación que se dió a la providencia del juez Carlos Bueren, que el abogado Iñigo Iruin presentó en Fuenterrabía por la que se ordenaba la entrega de los restos a las familias.

Así, Juan María Zabala, hermano de José Ignacio Zabala, relató los instantes previos a los incidentes en el cementerio y aseguró que oyó decir a un mandopolicial "cargar, cargar, cargar".

"Aquello se convirtió en algo espelunznante. Yo veía a mi padre por el suelo, una prima mía estaba recibiendo patadas de un ertzaina y otro primo mío tiene la cabeza abierta", agregó.

En el mismo sentido, se expresó uno de los sacerdotes oficiantes, quien denunció que fue amenazado por ertzainas, así como que en ningún momento se dirigieron a los responsables de este acto religioso.