En una nota, la ATR destaca que haya sido la propia cadena l que haya tomado esta iniciativa ante "el malestar social provocado" por el debate sobre sexo difundido en ese programa.

Esta agrupación subraya que esta medida refleja "la coherencia que ahora se trata de establecer entre la línea editorial que proclaman los máximos responsables de Telecinco y la que vienen ofreciendo los programas de la Cadena".

Asimismo, recalca que ahora "se empiece a considerar de una vez la ilegalidad manifiesta que supone emitir determinados contenidos en horarios de proteción infantil".

La ATR afirma que desde hace años insiste en que "sean las propias cadenas y los profesionales quienes se esfuercen, al unísono con la publicidad, por sacar a la televisión y a los españoles de la degradación de la telebasura y de las falsas audiencias con una autorregulación responsable que respete los derechos de los telespectadores, tantas veces transgredidos impunemente, y que eleve el listón de la calidad y la decencia de los productos televisivos que se ofrecen".