Mohamed Karim, vicepresidente de ATIME y responsable de la organización en Cartagena, explicó a Servimedia que hasta el momento la climatología no está afectando en modo alguno al trabajo agrícola de los inmigrantes, la mayoría de los cuales se dedican a la recogida del limón.

Según Karim, es muy improbable que la escasez de agua, aunque pueda atrasar ligeramente la cosecha, vaya a tener alguna influencia negativa en el empleo de los inmigrantes, al menos de momento, por lo que es prematuro aventurar que así vaya a ocurrir.

En este sentido, el vicepresidente de ATIME dijo que habrá que esperar hasta el final del otoño para saber si la sequía perjudica el trabajo de la población inmigrante, en el que hasta el momento no se ha detectado incidencia alguna más allá del citado retraso en la cosecha.